Con una movilización histórica que superó las 900 mil personas en distintos puntos del estado, la Semana Santa 2025 cerró en Sinaloa con alta afluencia turística, ambiente familiar y un amplio despliegue de seguridad que permitió mantener saldo blanco durante los días de mayor actividad vacacional.
Desde playas como Mazatlán y Altata, hasta balnearios, ríos y zonas naturales en Culiacán, Guasave, Ahome y el sur del estado, la presencia de turistas fue constante. Mazatlán, por ejemplo, registró un arribo masivo con más de 4 mil pasajeros a bordo de un solo crucero, consolidando su posición como el principal destino turístico del estado.
En Culiacán, los balnearios de Imala y sus alrededores operaron a máxima capacidad, bajo vigilancia activa de elementos de Protección Civil y Seguridad Pública.
El comportamiento ciudadano fue calificado como ejemplar por las autoridades, quienes reconocieron la colaboración social como un factor clave para mantener el orden y la seguridad durante los días de mayor tránsito.
Destacan oferta cultural del estado
En Navolato, el malecón de Altata se mantuvo como uno de los puntos más visitados, impulsando la actividad económica local. Comerciantes de mariscos y prestadores de servicios reportaron ventas positivas y una jornada sin incidentes.
Al norte del estado, la Bahía de Navachiste, ubicada en el municipio de Juan José Ríos, ofreció una experiencia distinta: cultura, naturaleza y arte se entrelazaron en un entorno único durante el tradicional encuentro artístico que se celebra cada Semana Santa.
En este paraje, artistas de distintas disciplinas participaron en el Encuentro Interamericano de Poetas, la entrega del Premio Interamericano de Poesía Navachiste y la Reunión Internacional de Escultores en Acción, eventos que se desarrollan con respeto al entorno natural en la Isla de los Poetas.
La bahía, que forma parte del Área de Protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de California, es también sustento de comunidades pesqueras como El Huitussi, Cerro Cabezón y El Caracol. Los artistas llegaron vía lancha desde Topolobampo o desde los alrededores del Cerro Cabezón, aunque también se habilitaron accesos terrestres para quienes prefirieron acampar y vivir el arte en contacto directo con la naturaleza.
A lo largo del estado, también se llevaron a cabo rituales prehispánicos, actividades deportivas, convivencias familiares y recorridos ecoturísticos, sin que se presentaran incidentes graves.