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Los militares, migrantes y más

Publicado el: June 13, 2025

El despliegue de la Guardia Nacional y las tropas de Infantería de Marina en Los Ángeles pueden verse como parte de un desarrollo mayor y más allá de los alegatos del presidente Donald Trump y sus aliados de que la llegada masiva de migrantes y peticionarios de asilo equivale a una “invasión” y hace necesaria la presencia de los militares para enfrentar el problema.

Pero muchos críticos del gobierno de Trump creen que es más bien parte de su disposición autoritaria y una abierta jugada de poder.



Para ellos, el actual problema de manifestaciones fue creado por el propio gobierno Trump, en buena parte al exagerar la gravedad de los choques entre opositores a redadas migratorias y policías el viernes pasado en Los Ángeles.

El presidente Trump y sus aliados hablan ahora de movilizar a las fuerzas armadas, si fuera necesario, para  controlar la situación en otras ciudades donde haya protestas migratorias o acciones “de extrema izquierda”.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, declaró ante el Congreso que el Pentágono tiene la capacidad de aumentar el número de tropas de la Guardia Nacional a más ciudades “si se producen otros disturbios en lugares donde las fuerzas del orden se ve amenazadas”.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, advirtió que se trata de “un mensaje inequívoco para los radicales de izquierda en otras partes del país que están pensando en imitar la violencia para detener las deportaciones masivas de este gobierno”.

Pero la amenazante bravata busca al parecer encubrir los crecientes problemas internos del gobierno Trump.

De acuerdo con la más reciente encuesta de Quinnipiac University, el mandatario estadounidense tiene calificaciones negativas en todos los órdenes, incluso lo que se consideraba como su punto fuerte: migración: solo 43 por ciento aprueba las políticas migratorias de Trump, mientras que 54 por ciento las desaprueba. En cuanto a sus políticas de deportación, 40 por ciento las aprueba y 56 por ciento las desaprueba.

Algunos analistas puntualizan que el rechazo podría estar influido por la forma en que la policía migratoria el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) ha desarrollado sus redadas para arrestos de migrantes, con lujo a veces de violencia y sin considerar si están en proceso de regularización o incluso si detiene a ciudadanos.

Pero también es cierto que Trump parece emocionado de recurrir a los militares. “Creo que estamos entrando en una nueva fase, especialmente con el presidente Trump y su enfoque en la patria, donde la Guardia Nacional y la Reserva se convierten en un componente crucial para asegurarla”, declaró el secretario Hegseth el pasado martes.

Pero esa formulación tiene implicaciones preocupantes en un país donde no hay una tradición de despliegue de tropas dentro de las fronteras nacionales y hay una prohibición constitucional para que  actúen como Policía.

Algunos analistas temen que con las decisiones del gobierno del presidente Trump, la barrera que impedía el uso de las fuerzas armadas en el país, excepto en situaciones extraordinarias, haya desaparecido.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS   

COLABORADOR    

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                                                           

@CARRENOJOSE

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